Nuevo proyecto de gestión con el que se evitará que 60.000 toneladas de residuos acaben en el vertedero

La Junta General del Consorcio Terra, de la que forman parte representantes de los 37 ayuntamientos, de la Diputación de Alicante y de la Generalitat, en sesión celebrada este viernes en el salón de plenos del Palacio Provincial, ha aprobado sin ningún voto en contra el proyecto de gestión de las instalaciones de valorización y eliminación de residuos.

Una vez adjudicado tendrá una vigencia de 20 años y su principal objetivo es adaptar las instalaciones, con una importante inversión económica en la planta, para dar servicio a los municipios de su área de gestión, que comprende poblaciones de l’Alacantí, l’Alcoià y El Comtat, cumpliendo así las exigencias del Plan Integral de Residuos de la Comunidad Valenciana (PIRCV) y la normativa europea de economía circular y gestión de residuos.

Dicho proyecto está vinculado a la expropiación de la planta de Piedra Negra tras su privatización en 2015 para poder recuperar el control de la gestión.

La presidenta del Consorcio Terra y alcaldesa de Xixona, Isabel López, ha subrayado que se trata de un paso muy importante el que se ha dado hoy “para la consecución de los objetivos de reciclaje, valorización y, sobre todo, para evitar el depósito en vertedero, ya que la previsión con todas las inversiones y mejoras que se van a llevar a cabo es que se logre recuperar de forma considerable los residuos que llegan a la planta”.

“Con las nuevas instalaciones, ecoparques y tratamiento, se podrán valorizar más de 60.000 toneladas de residuos evitando su entrada al vertedero. El proyecto de gestión incorpora nuevas instalaciones para tratar más de 40.000 toneladas de biorresiduos (FORS) y con los ecoparques se recogerán más de 22.000 toneladas. Si le sumamos el futuro centro de voluminosos, el Consorcio Terra dispondrá de instalaciones y equipamientos para alcanzar los objetivos europeos de reciclado, valorización y vertido”, ha detallado López.

En este sentido, en la modernización de la planta se contemplan diversas actuaciones y una de ellas es la construcción de una nueva nave independiente para realizar la recepción y tratamiento de la Fracción Orgánica de Recogida Separada (FORS). De hecho, el proyecto de gestión de valorización y eliminación incluye capacidad para tratar 40.000 toneladas de biorresiduos con estas nuevas instalaciones.

Señalar que los ayuntamientos han mejorado sus cifras de recogida de materia orgánica a través del contenedor marrón, una fracción que representa en torno al 40% de la bolsa de basura común. Hasta noviembre de este año se han recibido 600 toneladas de esta fracción frente a las 400 de todo 2020, pero queda un margen de mejora muy amplio que con las nuevas instalaciones se quiere conseguir para evitar que los restos orgánicos acaben en el vertedero.

Las actuaciones contemplan también la creación de una pasarela de visitas; la construcción de una nueva depuradora de lixiviados; de una nueva planta de aprovechamiento de biogás para la generación de energía; y hasta dos nuevas celdas de vertedero. Mediante estas actuaciones se evitarán molestias, se consigue la modernización de planta y se fomenta la recuperación de materiales, evitando la entrada de residuos a vertedero.

Otras reformas contempladas en el proyecto afectan a la urbanización, los servicios generales y las instalaciones auxiliares, tales como tratamiento de aguas, desodorización, caminos de acceso y edificios administrativos y de servicios.

Asimismo, se prevén mejoras en el control de accesos y báscula, en el aula ambiental y en la nave de triaje, con la construcción de un nuevo foso de recepción y el cerramiento de la playa de descarga.

Y todo esto se completa con el Centro de Gestión de Voluminosos con capacidad para tratar más de 20.000 toneladas de colchones, escombros y muebles, entre otros.

Los tipos de residuo que se gestionarán en la planta de valorización son los residuos de fracción orgánica de recogida separada, los de fracción resto o todo-uno, los vegetales y poda, y otros residuos de origen doméstico.

Un punto importante a tener en cuenta es que solo con la aprobación definitiva de los Proyectos de Gestión se podrá optar a líneas de financiación europeas, estatales y autonómicas, que permitirán disponer de instalaciones acordes a exigencias de la normativa actual con menor esfuerzo para los municipios.

En lo que se refiere a la Red de Ecoparques, la Junta General ha aprobado también la contratación de la concesión de las obras y servicio de la red de ecoparques, que contempla una red integrada por hasta 14 ecoparques fijos, 5 áreas de aportación y 3 ecoparques móviles (con posibilidad de 6 en caso de ser necesario).

La presidenta también ha destacado respecto a la ya inminente puesta en marcha de la Red de Ecoparques que esta se financiará durante el primer año con recursos económicos propios del Consorcio, “de esta forma los ayuntamientos no tendrán que realizar esfuerzo presupuestario en 2022 para impulsar la economía circular en sus municipios”. Cabe recordar que también se han obtenido subvenciones previamente por importe de más de 300.000 euros de la Generalitat Valenciana y Ministerio para la Transición Ecológica para adquirir ecoparques móviles.

La duración de la concesión de la red de ecoparques es de 20 años, pero se plantea un periodo transitorio de dos años durante los cuales se procederá a la ejecución de las obras de construcción de los nuevos ecoparques fijos tras la cesión de las parcelas que deben hacer los municipios. Durante este periodo se prestará el servicio con los ecoparques fijos de Xixona, Ibi y Muro de Alcoy, así como con las tres unidades de ecoparques móviles de los que dispone el Consorcio.

La estimación de recogida de residuos mediante la red de ecoparques es de 21.540 toneladas al año, pudiéndose depositar residuos voluminosos como muebles y colchones, equipos electrónicos y eléctricos desechados (RAEE), residuos de construcción y demolición, residuos vegetales y poda, residuos como aceite de cocina usado, baterías, pilas, fluorescentes, pinturas, resinas o radiografías, y también los residuos que se pueden depositar en los contenedores de selectiva de vidrio, envases y papel-cartón.

Con los puntos limpios municipales no consorciados actualmente se recogen 12.000 toneladas y con la nueva red consorciada está previsto duplicar ese valor, con un potencial de triplicarlos durante los primeros años de servicio.